domingo, 22 de diciembre de 2013

Gymnopédie

Soñé.

Soñé una balsa de madera 
forjada con mis propias manos, 
Tallada de roble y a prueba 
De cien terribles corsarios.

Pero tú ya tienes un sable, 
Y no necesitas un barco. 

[Cuando el día comenzaba a morir, escribió en una botella lo que no pudo decir. 
La arrojó al mar para no ser encontrada, y obtuvo en cambio una respuesta encapsulada]

Hoy los cipreses no lloran, 
Hoy escribí sin pensar.
Hoy he vuelto a sentir. 
Hoy me acordé de reír. 
(Y todo, gracias a ti) 

¿Cómo te lo puedo decir? 
Sólo me queda nadar.
con un poco de suerte en tus ojos
Podría algún día despertar. 

(Nos quedan tantas historias que contar/ tantas lágrimas que recordar cómo llorar/ tantas cosas que podríamos hacer sangrar/ tantos recuerdos que busco coleccionar/ que no puedo evitar sino vivir)

Adagio de piano y arpegio de guitarra
que sólo tú y yo escucharemos.
∞ 


2 comentarios:

  1. Qué forma más enternecedora de empezar un blog. Qué linda. Qué preciosa. Y estaba escuchando justo la primera según lo leía.
    Me muero (aunque luego resucite sólo por volverte a leer).

    ResponderEliminar
  2. Qué precioso, Reb.
    ¿por qué no me habías dicho que tenías blog nuevo? <3
    (eres muy furcia y por eso te quiero)

    ResponderEliminar